Las tecnológicas prometen en Barcelona un "tsunami de innovación" contra el pesimismo
Los profesionales del sector de las nuevas tecnologías prometieron el lunes en Barcelona un "tsunami de innovación" en el arranque de su encuentro anual más importante, que llega bajo la sombra de malas perspectivas comerciales para la industria.
"El año pasado no fue fácil", reconoció José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo del grupo Telefónica y presidente de la Asociación de operadores de telecomunicación (GSMA), en la apertura de los debates de esta gran cita anual de las nuevas tecnologías.
"Creo que estamos a las puertas de una era de cambio" que necesitará una "disrupción radical" ante las dificultades que afronta el sector, añadió, aunque aseguró sentirse, pese a todo, optimista sobre el futuro de la industria de las telecomunicaciones, marcada por un "tsunami de innovación".
En 2022, las ventas mundiales de "smartphones" cayeron un 11,3%, hasta los 1.210 millones de unidades, la "cifra más baja desde 2013″, según la agencia especializada IDC.
Y las perspectivas siguen siendo sombrías para gran parte de la industria. Según la consultora estadounidense Gartner, se espera que las ventas de teléfonos móviles, tabletas y ordenadores caigan otro 4% este año.
"El sector atraviesa un momento complicado", admitió Thomas Husson, analista de Forrester. Un factor que va a "pesar" en el MWC.
Las causas de este panorama hay que buscarlas en la guerra de Ucrania, que disparó la inflación y redujo el poder adquisitivo, pero también en factores más estructurales.
Los visitantes recorren un pabellón del Mobile World Congress (MWC), el 27 de febrero de 2023 en Barcelona © Thomas Coex / AFP
"En ciertas regiones, como Europa occidental, la proporción de equipamiento individual es del 90%. Son pues, mercados maduros. Y el plazo de renovación se alarga, porque la gente conserva más tiempo su teléfono", explicó Husson.
80.000 visitantes
Frente a estas dificultades, que se manifiestan en la supresión de empleos de gigantes tecnológicos como Alphabet, Microsoft y Ericsson, el salón pretende, no obstante, hacer gala de optimismo.
Según la GSMA, organizadora del evento, 80.000 profesionales y 2.000 empresas asistirán al MWC, cuyos ocho pabellones estarán plenamente ocupados por primera vez desde la pandemia.
Esta asistencia no llega aún al récord de visitantes de 2019, cuando acudieron casi 110.000 personas, pero es un tercio superior a los 60.000 visitantes de la edición de 2022, que se vio afectada por la persistencia de las restricciones del Covid-19.
"Vamos por el buen camino" de regreso a la normalidad, señaló durante una conferencia de prensa John Hoffman, director ejecutivo de la GSMA, que reúne a cerca de 750 fabricantes y operadores de telecomunicaciones.
Para Hoffman, esta recuperación se debe al regreso con fuerza de los grupos chinos al MWC, tras la reapertura, en diciembre, de las fronteras chinas.
Huawei, con fuerza
Entre las compañías presentes destacan los gigantes de la telefonía (Nokia, Samsung, Xiaomi, Orange, Vodafone…), pero también pesos pesados de la "tech" y de la industria, como Qualcomm, Airbus y Microsoft, siguiendo la línea emprendida desde años por el MWC para ampliar su audiencia.
El mayor expositor de este año será Huawei, el principal grupo chino de telecomunicaciones, que dispondrá de una superficie de 11.000 m2, todo un récord en la historia del salón, según la GSMA.
Una oportunidad para que el gigante de los equipos "made in China" muestre su "resistencia frente a las sanciones estadounidenses", que han debilitado mucho su rama de telefonía, sin ahogar su "capacidad de innovación" en los servicios a las empresas, subrayó Thomas Husson.
Más allá de la innovación, esta 17ª edición del salón permitirá a los operadores y gigantes de la tecnología abordar la delicada cuestión de la financiación de las infraestructuras, especialmente en la 5G, a la que dedicaron enormes sumas.
Los operadores reclaman desde hace tiempo que los gigantes de Internet como Netflix y Amazon, grandes consumidores de ancho de banda, contribuyan a costearla, pero estos se oponen rotundamente.
La situación no es "sostenible", insistió el lunes la directora general del grupo Orange Christel Heydemann, quien saludó la iniciativa lanzada la semana pasada por la Comisión Europea, que desea una "justa contribución" de los gigantes de internet para financiar las infraestructuras de telecomunicaciones en la Unión Europea.
No se trata de una "elección binaria" o de una batalla entre la industria de las telecomunicaciones y los gigantes tecnológicos, subrayó sin embargo el lunes el comisario europeo de Industria, Thierry Breton, tratando de calmar la preocupación mostrada por el sector. (France24)